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Una pelota en el asiento y una afición para siempre: la historia de Liliana

Liliana, originaria de Mazatlán, encontró en Hermosillo una nueva casa beisbolera y una afición inolvidable.
Mazatleca que en Hermosillo descubre nueva pasión beisbolera y destaca. Archivo
Alan Rubio 11-12-2025

 

Hace cinco años que Liliana Abigail Limón Bibo llegó de Mazatlán a Hermosillo, en donde empezó su afición por el Club Naranjeros de Hermosillo.

Liliana se encuentran entre los ganadores de la campaña "Afición que Hace Historia", impulsada por Uniradio Digital, La Invasora 101.9 FM, de Grupo Uniradio, y el Club Naranjeros de Hermosillo, que les otorga acceso gratuito a varios juegos durante la actual temporada.

Comentó que desde niña acudió a los juegos de béisbol en donde participa el equipo de Los Venados de Mazatlán.

"Yo nací en Mazatlán, desde muy chiquita, desde que tengo uso de razón, mi papá nos llevaba mucho a los juegos, todos los años era tradición, nos aventaba, inclusive, al campo antes de que lo remodelaron para que saliéramos con los jugadores cuando ya se acababa el partido; entonces, era algo muy padre, me encantaba el béisbol", relató.

En 2021, contó que se mudó a la capital sonorense por cuestiones de estudio, en donde también incursionó en un equipo de slow pitch, que es una variante del sóftbol y el béisbol, caracterizada por un lanzamiento suave y en arco.

Una vez que hizo compañeros con el equipo, convocó a los jugadores a asistir a algún partido de béisbol en el entonces estadio Sonora, actualmente Fernando Valenzuela, con la finalidad de vivir el ambiente y el juego. El inmueble se le hizo impresionante y la afición de los más cálidos y fieles a Los Naranjeros.

"Muy comprometida la afición, padrísima, inclusive cuando va perdiendo hasta le exige al equipo, es algo muy padre que le exige y el equipo responde", dijo.

En octubre pasado, Liliana comentó que asistió con amigos a la pretemporada de la Liga Arco Mexicana del Pacífico, en donde Agustín Murillo, jugador de Los Naranjeros de Hermosillo, dio un batazo de foul y la pelota cayó en su asiento.

"Yo la verdad, no volteo a ver la pelota a ver a donde cae porque digo que no me va a caer, de repente me grita mi esposa: '¡la pelota, la pelota!' Y yo le dije: '¿la pelota qué?'. La verdad, la pelota no cayó en mis manos, cayó a un lado mis pompis, en mi asiento, que, por cierto, alguien quiso meter la mano y le dije no. Luego yo metí la mano y la agarró", narró.

Ese momento fue increíble para Liliana de que la pelota cayera justo en su asiento, ya que pensó que ninguna iba a vivir una experiencia así.

Aunque es originaria de Mazatlán y su familia es aficionada a Los Venados de Mazatlán, dijo que ella será siempre Naranjera de corazón.

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