En medio de su exitosa residencia "No Me Quiero Ir de Aquí", Bad Bunny enfrentó una amenaza de muerte que generó alarma entre su equipo de seguridad, autoridades y seguidores.
Según reportes del periodista Jay Fonseca, la amenaza fue considerada como "creíble" y tuvo consecuencias reales en las medidas de protección alrededor de los conciertos.
Supuestamente, el sospechoso detrás del mensaje presentaba "serios vicios" y fue catalogado como una persona peligrosa.
La Oficina Federal de Investigación (FBI), el Servicio Secreto y el Departamento de Seguridad Pública de Puerto Rico participaron en la coordinación de medidas especiales, aunque no se confirmó si estuvieron presentes en cada una de las funciones. Según las primeras versiones, el sospechoso detrás del mensaje presentaba "serios vicios" y fue catalogado
El incidente despertó preocupación entre los fanáticos, quienes expresaron en redes sociales su inquietud por la seguridad del intérprete y la vulnerabilidad de este tipo de eventos masivos.
Aunque no se han reportado incidentes violentos durante los conciertos, la revelación de la amenaza generó un clima de tensión alrededor de la residencia.
La residencia de Bad Bunny en Puerto Rico marcó un hito en la industria musical. Con 31 presentaciones entre el 11 de julio y el 20 de septiembre, el evento generó un impacto económico estimado en más de 713 millones de dólares, cifra que superó con creces las expectativas iniciales.
El cierre incluyó una función especial denominada "Una Más", que se convirtió en uno de los espectáculos más comentados de la temporada.
Hasta el momento, ni Bad Bunny ni su equipo han ofrecido declaraciones oficiales sobre el caso.