Los vestidos rojos que usaron las mexicanas que ganaron Miss Universo
Desde 1991 hasta 2025, las cuatro mexicanas que han logrado alzarse con la corona de Miss Universo coincidieron en un detalle estético muy significativo: un vestido rojo. Este patrón ha sido definido por muchos como una suerte de tradición no oficial, casi talismán.
El más reciente despliegue de esta tradición fue durante la coronación de Fátima Bosch como Miss Universo 2025. La tabasqueña caminó en la pasarela con un vestido rojo escarlata diseñado por Trino Orozco, con pedrería dorada y una capa larga al tono, una pieza que simboliza elegancia, poder y conexión con sus raíces.
Bosch no es la primera en este legado: Andrea Meza, quien ganó Miss Universo en 2021, lució durante la gala final un vestido rojo con flecos, diseñado por Ivis Lenin Ayala. Este diseño vibrante, con corte ceñido y movimiento fluido, se convirtió en parte clave de su presencia escénica.
Ximena Navarrete, coronada en 2010, deslumbró con un vestido rojo confeccionado por el diseñador Benito Santos. Su diseño presentaba un corsé plisado, aplicaciones de pedrería y una asimetría en la cola que le dio sofisticación y dinamismo en su pasarela de triunfo.
Lupita Jones, la primera mexicana en ganar Miss Universo (1991), también fue parte de esta historia de color. Aunque en esa época no había tanta cobertura mediática como hoy, se reporta que su traje final era rojo, con escote en "V" y bordados, una elección que muchos interpretan como el origen de esta tradición.
La teoría del "vestido rojo de la suerte" ha cobrado fuerza porque no solo se repite en las coronas mexicanas, sino que simboliza algo más profundo para muchos: pasión, fuerza nacional y una conexión con la identidad mexicana.