por Redacción WEB
21/10/2025 13:26 / Uniradio Informa Sonora / Sociedad / Actualizado al 21/10/2025
HERMOSILLO.- El reloj marca las tres de la mañana. Mientras algunos duermen, Lizeth Ávila Valenzuela se pone en marcha para comenzar su jornada como chofer en el HBus, el transporte que ofrece servicio gratuito a estudiantes universitarios de Hermosillo.
Desde niña su amor por los camiones ha estado presente, pero fue hace seis años, en 2019, cuando cumplió su sueño de manejar uno por las calles de la ciudad.
Su primera experiencia fue en el transporte público, como conductora de la línea 18.
"En la secundaria me gustaba mucho ir al laboratorio porque la ventana daba hacia la calle y pues cuando pasaban los camiones se me iban los ojos porque me gustaban mucho los camiones, los camiones grandes y siempre me ponía de ese lado para estarlos viendo pasar. Y pues al fin apenas hace 6 años que ya se me hizo y cumplí mi sueño de estar tras el volante de un camión".
Fue por este mismo camino, en el gusto y pasión por los camiones, que Daniel Miranda y Lizeth Ávila se encontraron e inició el amor "tras el volante". Hoy, llevan tres años como esposos.
"Nos conocimos en una empresa de transporte (privado) donde trabajábamos. Ahí nos conocimos. Y pues al principio yo no le hacía caso y de repente un día me mandó una canción. Me cantó una canción y ya como que como que volteé a verlo".
Cada mañana, el amor entre Lizeth y su esposo se hace presente, pues sus rutas coinciden casi siempre en el cruce de los bulevares Solidaridad y Lázaro Cárdenas, al norte de la ciudad. Se saludan de una manera muy especial y cariñosa en el primer semáforo donde logran encontrarse, hecho que es admirado por los usuarios.
"Hola, mi amor. ¿Descansaste? Adiós, te amo".
Tanto para Lizeth como para Daniel, esta acción hace la diferencia en su día.
"Qué te imaginas que puede sentir un hombre cuando su esposa te encuentra en el camino y que te diga 'hola, mi amor', con esa sonrisa que a ella la caracteriza", expresó Daniel.
"Con la esperanza pues de verlo ahí porque como te digo, casi no nos vemos. Y pues cuando no lo alcanzo como que sí me agüito...Por eso esos minutitos que lo veo ya como que me reconforta, como que ya lo veo que está bien y todo y ya me quedo tranquila, se podría decir".
Esta pareja, además de su amor, comparte su pasión por el volante y mutua admiración, motivo que, señalan, los llena de orgullo.
"No cualquier mujer se atreve a manejar un carro grande. Me gusta verla manejar, Me siento muy contento cada vez que me la topo en la calle y saludarla".
