por Redacción
31/05/2023 10:29 / Uniradio Informa Sonora / Sociedad / Actualizado al 31/05/2023
TECÁMAC, Méx., (EL UNIVERSAL).- Sergio Morales Buendía, acusado por arrojar a un perro a un cazo con aceite hirviendo en el municipio de Tecámac, fue detenido. Era policía de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) y ayer se informó que fue destituido.
El sujeto fue aprehendido en la alcaldía Coyoacán por agentes de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), y del Estado de México.
Fuentes consultadas por EL UNIVERSAL confirmaron que Sergio estaba en casa de uno de sus familiares cuando se le cumplimentó la orden de aprehensión por el delito de maltrato animal y, de acuerdo con lo dicho por el mismo imputado, el día de los hechos se encontraba en estado alcohólico.
Tras su detención el sujeto fue trasladado a la Fiscalía Central de Investigación de la Fiscalía General de Justicia capitalina, en donde se le certificó dos veces, pues hicieron falta exámenes biométricos, por lo que los convoyes de agentes arribaron en dos ocasiones al lugar.
Cerca de las 16:00 horas, el sujeto salió escoltado por los agentes, pero eso no impidió que fuera golpeado e insultado por personas que se encontraban afuera de las instalaciones de la fiscalía. Con mirada retadora, Sergio volteó para buscar de dónde provenían los golpes, sin embargo, fue ingresado a una camioneta.
Elementos de la fiscalía mexiquense y de la Comisión Nacional Antihomicidio (Conaho) de la SSPC cumplimentaron la orden de aprehensión en su contra.
Alrededor de 40 minutos después, Sergio Morales fue ingresado al centro de Justicia de Ecatepec "Palmas" de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, para finalmente ser llevado al penal de Chiconautla.
Scooby sufrió una larga agonía
El perro, de entre seis y ocho meses de edad, según la necropsia, no murió después de que fue arrojado al recipiente donde el dueño de la carnicería prepara chicharrón, narró Jackeline Baca, presidenta de la organización Peluditos Desamparados.
Luego de que el can fue sacado del cazo se buscó una veterinaria para atenderlo, pero por ser domingo no hallaron una abierta.
"Estuvo agonizando por un tiempo muy prolongado; lo sacan con vida y lo depositan atrás en un baldío, y ahí lo dejan totalmente solo y aún con vida", contó Jackeline.
"A 'Scooby' le gustaba ir por la pelota"
Justicia para Scooby, pidió la señora Lucía Martínez, quien cuidaba del perro que fue lanzado por un hombre a un cazo con aceite hirviendo afuera de una carnicería en Tecámac.
"Yo pido que se haga mucha justicia. Qué bueno que lo agarraron, le pido mucho a Dios que se haga mucha justicia por un perrito inocente que no tuvo la culpa", dijo.
En entrevista con EL UNIVERSAL afuera de su vivienda, localizada en la colonia San Pablo, muy cerca de la carnicería donde ocurrieron los hechos, la mujer externó su tristeza.
"Ese día mandé a mi hijo a la carnicería para que comprara carne para almorzar y lo siguió nuestro perrito. Al poco tiempo regresó mi hijo llorando diciéndome que habían matado a Scooby", relató.
Roberto, de apenas 11 años de edad, recordó el momento en que murió el can.
"El Scooby me siguió y yo dejé mi bici afuera, porque aquí está peligroso y me da miedo que me la roben (...) escuché un grito y fui a ver qué le pasó al Scooby. Yo pensé que fue el carnicero. Me sentí culpable porque todo fue mi culpa porque yo me lo llevé, si no me hubiera seguido no se hubiera muerto.
"Yo creo que ese señor está loco, no sé por qué lo hizo si ese perro era inocente. Extraño mucho a mi perro, extraño mucho a Scooby", expresó el menor con voz baja.
Mientras el niño jugaba con una cáscara de coco en un terreno baldío aledaño a su casa, esperaba que a sus otros "amigos", "Fido", "El Negro" y "Canela", "no me los maten igual que al otro".
Scooby, de cuatro o cinco años, de acuerdo con Roberto, era un perro alegre, juguetón y bien portado. "Le gustaba ir por la pelota, correr mucho y jalarme el suéter cuando llegaba a la casa", dijo Roberto.