por El Universal
03/11/2025 08:32 / Uniradio Informa Sonora / Sociedad / Actualizado al 03/11/2025
Por las calles del centro de Hermosillo todavía flota el olor a humo y tristeza. En medio de los restos ennegrecidos de lo que fue una tienda Waldo's, la vida se detuvo para decenas de familias. Entre ellas, la de Joel, un joven que perdió a su esposa embarazada en la tragedia del pasado 1 de noviembre, cuando una explosión seguida de un incendio arrebató la vida a 23 personas y dejó 12 más lesionadas.
"El amor de mi vida, tantos momentos juntos... y un maldito accidente te arrebató la vida junto con nuestra bebé. Era juntos para toda la vida, mi amor, como te había prometido. Perdóname por no haber alcanzado a llegar a salvarte... Eras, eres y siempre serás el amor de mi vida. Descansa en paz, mi reina hermosa", escribió Joel en sus redes sociales la noche del siniestro.

Sus palabras, llenas de dolor, se esparcieron rápidamente por Hermosillo, convirtiéndose en símbolo del duelo colectivo. La ciudad entera sintió el peso de esa despedida. No sólo los que conocían a la pareja, sino cientos de desconocidos que, al leerla, sintieron la punzada de la pérdida ajena.
Un minuto que lo cambió todo
Eran las 3:09 de la tarde cuando el silencio del centro se quebró. Primero, un apagón. Luego, un bajón de luz. Y enseguida, la explosión. El estallido sacudió los cristales de los comercios vecinos y desató el infierno.
Hugo Candiani, dueño de una cafetería a pocos metros del lugar, recuerda los segundos previos. "Todo empezó con un apagón. En treinta segundos volvió la luz, pero luego vino otro bajón y explotó. La explosión fue hacia arriba, no hacia abajo. Los carros empezaron a tronar, la gente corría, gritaba... Fue un caos total", relata con la voz quebrada.
Conoce de vista a varias de las jóvenes empleadas que trabajaban ahí. "Eran clientas mías, chicas entre 19 y 25 años. Comían aquí, platicaban. Muy buenas personas".
"Mal, muy mal me siento. Terrible", alcanza a decir mientras observa, desde la banqueta, el local consumido por el fuego.
Los primeros reportes indican que la mayoría de las víctimas murieron por inhalación de gases tóxicos, al quedar atrapadas dentro del local sin posibilidad de escapar. Algunos testigos aseguran que la explosión provino de un transformador o de un sistema eléctrico interno.
El incendio se propagó en minutos, y los automóviles estacionados frente a la tienda comenzaron también a arder.
A pesar de la rápida respuesta de los cuerpos de emergencia —que arribaron en menos de 15 minutos, según testigos—, el fuego consumió el inmueble con una velocidad devastadora.
Una tienda sin programa de Protección Civil
El secretario de Gobierno de Sonora, Adolfo Salazar Razo, confirmó al día siguiente que la tienda no contaba con un programa autorizado de Protección Civil desde 2021.
"En 2021, ya en esta administración, se concluyó en un sentido negativo el programa interno de Protección Civil. Cada uno de los trámites y permisos está siendo revisado y forma parte de la investigación de la Fiscalía", explicó.
El dato provocó indignación entre comerciantes y ciudadanos, que ahora exigen responsabilidades.
La Fiscalía General de Justicia del Estado descartó que el incendio haya sido intencional, aunque mantiene abiertas todas las líneas de investigación.
El gobernador Alfonso Durazo prometió atención integral a las víctimas y sus familias. "Vamos a llegar hasta las últimas consecuencias. Esta tragedia no puede repetirse", declaró.
En las horas posteriores, las redes sociales se convirtieron en un refugio para el llanto colectivo.
Decenas de usuarios compartieron fotografías, recuerdos y mensajes de despedida para las víctimas cuya identidad se fue revelando al paso de las horas. Justo donde inicia la valla de contención para limitar el paso al lugar del accidente familiares de las víctimas, comerciantes y vecinos colocaron veladoras, flores y el dibujo que llevó una niña con dos angelitos, un corazón y la palabra "perdón" junto con una coneja de peluche.
Joel, que esperaba a su hija junto a la mujer de su vida, no encuentra consuelo. Su mensaje se volvió eco de una ciudad entera: "Era juntos para toda la vida... y te me fuiste". Sus palabras resumen la impotencia de quienes vieron apagarse, en segundos, el futuro que soñaban.
Mientras tanto, Hugo abrió su cafetería esta mañana, aunque confiesa que nada será igual. "Paso y no puedo ni mirar el edificio. Me quedo con la imagen de las chicas riendo. Eso se me quedó grabado."
Hermosillo en duelo
El corazón de Hermosillo late más lento. En las calles aún hay olor a ceniza y ecos de sirenas. Las autoridades contabilizan pérdidas; las familias, ausencias. El fuego se apagó, pero el dolor sigue ardiendo.
Los comerciantes del centro miran la fachada chamuscada como si fueran cicatrices propias. Hablan de solidaridad, pero también de miedo. "Todos trabajamos hombro a hombro. Hoy nos toca acompañar a los que ya no están", dice uno de ellos, colocando una flor en el altar improvisado cerca del local destruido.
La tragedia del Waldo's dejó un vacío en la memoria emocional de una ciudad entera que revive dolor de los 49 niños y niñas fallecidas en el incendio de la guardería ABC, el 5 de junio del 2009.


