Menores migrantes en EEUU reciben cartas con amenazas de deportación
MÉXICO.- El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos está enviando cartas a niños migrantes en Chicago que llegaron solos al país y obtuvieron un permiso temporal, que ahora les ha sido revocado, y les exige salir del país. Entre los menores que recibieron una carta está Xally Morales, mexicana, de 13 años de edad.
El diario Chicago Tribune publicó su historia. "Trump quiere que regrese a México, pero ¿cómo puedo hacerlo sola?", dijo Xally al Tribune. "Tengo miedo de que el ICE [el Servicio de Inmigración y Aduanas] venga por mí".
Xally llegó a Estados Unidos hace poco más de siete meses. Su madre, Francisca Petra Guzmán, decidió mandarla para huir de un padrastro abusivo.
Xally logró entrar a Estados Unidos con un permiso humanitario. "Por mucho que lo intenté, no pude mantener a Xally en México. No podía mantenerla a salvo", dijo Guzmán al Tribune. "Mi salud empezó a mermar. No tuvimos más opción que venir aquí".
Guzmán vivía en Estados Unidos y allí conoció al padre de Xally. Tuvieron hijas. Pero luego, el abuelo de Xally, que vivía en México, enfermó. Guzmán, embarazada de Xally, y su esposo, viajaron a México. Sus otras hijas se quedaron en Estados Unidos.
Xally nació poco después. Su padre murió por Covid-19 y tiempo después, Guzmán volvió a casarse. Sin embargo, el padrastro de Xally era un hombre abusivo y ella y su madre terminaron atrapadas en un infierno de violencia doméstica.
Hasta que Guzmán decidió mandar a su hija con sus hermanas a Estados Unidos. Xally estuvo poco más de un mes en un centro para refugiados en Texas y después fue enviada a Chicago, a reunirse con sus hermanas.
Guzmán la alcanzó en enero pasado y solicitó asilo en Estados Unidos.
Cuando recibió la carta, Xally, que sabe muy poco inglés, no comprendió de qué se trataba. Una de sus hermanas se la tradujo.
"No intentes quedarte en Estados Unidos ilegalmente. El gobierno te encontrará", decía la carta que la niña recibió el 20 de junio.
Aterradas, Xally y su madre llegaron a la iglesia de la pastora y activista Julie Contreras, a refugiarse. Pero consciente de que en el gobierno del presidente Donald Trump las iglesias ya no son un lugar seguro, Contreras contó al Tribune que optó por llevarlas a un bufete de abogados para que las asesorara sobre sus opciones.
El abogado migratorio John Antia les explicó que haber recibido la carta no significaba necesariamente que el ICE iría por Xally para detenerla y deportarla. Pero también fue claro: con este gobierno, la posibilidad no puede ser descartada.
Antia dijo al Tribune que habló con Xally y su madre de sus opciones para quedarse en Estados Unidos, o al menos para evitar ser detenidas. Xally y su madre recogieron sus cosas en la iglesia y regresaron a casa.
Pero su rutina ha cambiado por completo. Cuando Xally llegó a Estados Unidos, respiró por primera vez tranquila, después de vivir años de miedo junto a su padrastro. Ahora, el miedo ha regresado. Así que en vez de dedicarse a ir a la escuela, a estudiar, la niña y su madre se quedan en casa, por miedo a ser detenidas si salen.
Ven televisión, se pintan las uñas, escriben y leen. Siempre alertas por si algún desconocido llama a la puerta.
Cuando Xally cumplió los 13 años, su cumpleaños fue muy distinto de cómo lo había pensado. Sin amiguitos, sin fiesta, nada. En el silencio total, para no llamar la atención.
Según Contreras, al menos 12 niños en el área de Waukegan, en Chicago, han recibido cartas como la de Xally.
El Tribune cuenta que aunque ella y su madre decidieron quedarse, otros se dieron por vencidos.
Como Daneli Mendez, una chica de 16 años que se refugió, igual que Xally, en la iglesia de Contreras, pero prefirió regresar voluntariamente a Veracruz, aterrada de que el ICE llegara por ella y la detuviera.
El destino de Xally es incierto, como el de muchos menores migrantes que, como nunca antes, viven el embate de Trump contra los indocumentados.
En un correo electrónico enviado al Tribune, Tricia McLaughlin, secretaria asistente de Asuntos Públicos en el DHS, afirmó que "las acusaciones de que el ICE 'tiene como blanco' a los niños son FALSAS y buscan demonizar al sistema de procuración de justicia".
Insistió en que el ICE "no tiene como blanco a los niños y no deporta niños". También dijo que la agencia no separa a las familias migrantes, sino que "pregunta a las madres si quieren ser deportadas con sus hijos o si el niño debe ser colocado con alguien seguro que el padre designe".
Sin embargo, evitó responder a las preguntas de por qué niños migrantes están recibiendo las cartas amenazando con deportarlos, y cuál es el protocolo que se sigue con ellos.