
por Alan Rubio
20/10/2025 15:03 / Uniradio Informa Sonora / Sociedad / Actualizado al 20/10/2025
Por Alan Rubio
HERMOSILLO.- Antonio André Morales Rivera no logró cumplir su sueño de estudiar Gastronomía para convertirse en chef profesional. El joven de 17 años fue una de las siete personas que perdieron la vida en el trágico accidente del autobús de la línea Tufesa, ocurrido la mañana del pasado viernes 17 de octubre, en el kilómetro 234 del tramo Guaymas-Hermosillo.
El 14 de septiembre había cumplido 17 años. Desde niño mostró pasión por el deporte, la música, servir a Dios y, sobre todo, por ser feliz.
Evelia Morales Borbón, tía de Antonio André, relató que desde muy pequeño demostró una energía única, iluminando con su entusiasmo, su sonrisa y su carácter bromista todos los lugares a los que iba.
"Era un niño hermoso, muy positivo. De hecho, cuando tenía dos o tres años, al preguntarle qué quería ser de grande, él abría los brazos y gritaba: '¡Voy a ser feliz!'. Así creció, lleno del cariño de nosotros y de su familia, especialmente de sus papás", recordó.
Desde niño comenzó a jugar béisbol, su gran pasión, y también disfrutaba correr. Con el tiempo desarrolló su gusto por la música, llegando a aprender a tocar guitarra, trompeta y acordeón.
"Cuando entró a la preparatoria comenzó a practicar fútbol americano, además de participar en grupos de tochito y softbol. Era un joven muy deportista; iba al gimnasio, tenía una rutina estricta y se levantaba a las 5:00 de la mañana para hacer ejercicio. Siempre estaba lleno de energía y positividad, era un sol, lleno de luz", contó.
Originario de Navojoa, Antonio André también participaba en actividades de la iglesia San Judas y recientemente asistió a un retiro espiritual para jóvenes organizado por la iglesia Del Carmen.
Evelia Morales señaló que su sobrino planeaba mudarse a Hermosillo el próximo año para ingresar a la universidad y estudiar la Licenciatura en Gastronomía. Su interés por la cocina surgió al ver a su mamá y a sus tías preparar alimentos, y él mismo participaba en su elaboración.
Antonio André dejó una profunda huella en su familia, amigos y compañeros del Cobach plantel Navojoa. Su legado para quienes lo conocieron es vivir con ilusión, ayudar al prójimo y ser feliz.