
25/08/2025 17:58 / Uniradio Informa Sonora / Columnas / Actualizado al 25/08/2025
Por @chefjuanangel
"Doctor Martínez, favor de presentarse en sala de expulsión, paciente en trabajo de parto".
-Meche, ¿no has visto al doctor Evodio?
"Doctor Martínez, urge se presente en salsa de expulsión".
-¡Busquen rápido al doctor! Hay tres parturientas que ya tienen el chamaco casi afuera- dijo Herminia, la encargada de limpieza; y aunque le encantaba exagerar los mitotes, en esta ocasión tenía toda la razón.
"Doctor Evodio Martínez, urge su presencia en sala de expulsión".
Los altavoces del hospital no dejaban de invocar al único médico disponible en ese momento. Era 24 de diciembre y parecía que todas las mujeres habían decidido parir esa noche fría.
-¿Meche, ya lo buscaste en el almacén?- las enfermeras corrían por todo el hospital buscando al joven Evaristo, quien aún no terminaba sus estudios de medicina, pero ese día lo habían dejado a cargo de Gineco-obstetricia.
-Ay, me duele, ahí viene.
-¡Meche, hay una cuarta parturienta!- gritó Herminia, mientras sujetaba el trapeador con la mano derecha y con la izquierda levantaba la sábana azul salpicada de un líquido que parecía placenta.
"Doctor Gabriel Evodio Martínez Juárez, urge su presencia en la sala de expulsión".
Todas las enfermeras corrían junto a Herminia buscando al doctor.
-Vayan a la farmacia, seguro se quedó dormido el chamaco, ya no aguantan 3 turnos corridos como antes- aseguró Herminia.
-¡Es cierto! Ahí van y se refunden estos doctorcitos a echarse una siesta- agregó Meche.
-Y si te contara de los arrumacos que se dan a veces en lo oscurito- dijo la intrigosa de Herminia.
"Doctor Evodio, es una emergen..."
-¡Qué está pasando!, ¿cuál es la emergencia?- dijo el doctor mientras entraba por la puerta de ambulancias con un envoltorio en las manos.
-Ay, doctorcito, ya casi se le salen los chamacos a cuatro parturientas- dijo Herminia.
-Hay una que ya se me hizo caca dos veces de tanto pujar, ya "trapié" dos veces- agregó la afanadora casi enfermera y dueña de la sala de expulsión.
Evodio corrió al cuarto mencionado y mientras con una mano buscaba los guantes de látex, con la otra abría el envoltorio rosa que había traído del abarrotes de enfrente.
-¿Me permite?- el doctor comenzó a examinar la dilatación de las pacientes con su mano izquierda; Herminia lo veía trabajar sudoroso.
-Doctor, ¿quiere que le ayude con el burrito?- le preguntó al médico pasante de 25 años.
-Gracias, Herminia, ya casi me lo acabo- contestó Evodio, mientras con la mano derecha llevaba a su boca el último pedazo de tortilla enrollada con restos de frijol y machaca.
Sentarnos a la mesa es un lujo que pocas veces, o casi nunca, valoramos. Todos deberíamos tener tiempo para dedicarlo exclusivamente a la ingesta de alimentos, pero en ocasiones la rutina, horarios y cargas de trabajo no lo permiten.
Nunca olvidemos que la hora de comer es y seguirá siendo sagrada. Un momento que debiéramos dedicarlo en cuerpo y alma a solo a disfrutar lo que nos mantiene vivos, en comunidad con los demás.
P.D. Los dos varones, la pareja de cuates y los gemelos dados a luz esa noche, nacieron bien, y en la actualidad, su alimento favorito son los burritos de machaca.
Chef Juan Ángel Vásquez - Licenciado en Periodismo y chef profesional, creador de contenidos gastronómicos para plataformas digitales y embajador de marcas de alimentos.