
por Agencia México
31/07/2025 09:04 / Uniradio Informa Sonora / Deportes / Actualizado al 31/07/2025
MÉXICO.- Desde el 1 de septiembre, toda atleta que aspire a competir en la categoría femenina en eventos con ranking mundial deberá someterse a una prueba genética llamada test SRY. Esta disposición, anunciada por World Athletics, representa un cambio histórico en la normativa del deporte de alto rendimiento y se aplicará por primera vez en el Campeonato Mundial de Atletismo Tokio 2025, del 13 al 21 de septiembre.
El test SRY identifica la presencia del gen localizado en el cromosoma Y, asociado al desarrollo masculino. Si el resultado es negativo, la atleta podrá participar en la categoría femenina; si es positivo, deberá competir en otra categoría o en eventos sin ranking internacional. La prueba se realiza una sola vez en la carrera deportiva mediante un hisopo bucal o análisis sanguíneo, bajo supervisión de las federaciones nacionales.
World Athletics defiende esta medida como precisa y necesaria para garantizar competencias justas y seguras. Su presidente afirmó que, para competir en la categoría femenina en la élite, es necesario ser biológicamente mujer.
La decisión surge después de años de controversias sobre la participación de atletas transgénero y con diferencias en el desarrollo sexual (DSD). Casos como el de Caster Semenya, obligada a someterse a tratamientos hormonales para reducir testosterona, generaron debates éticos y legales. Semenya llevó su caso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que falló a su favor en 2023, aunque sin modificar las políticas deportivas vigentes.
En los Juegos Olímpicos París 2024, la participación de atletas transgénero en boxeo femenino provocó protestas. Imane Khelif fue despojada de su título olímpico por problemas de elegibilidad, mientras otras atletas realizaron gestos simbólicos en defensa de la equidad.
También se han registrado casos en natación y atletismo, como Lia Thomas en EE.UU., excluida de competencias femeninas tras perder una apelación. En los Juegos Paralímpicos, la española Melani Bergés perdió su plaza frente a un competidor transgénero, avivando el debate sobre inclusión y justicia.
World Athletics asegura que la nueva normativa no cuestiona la identidad de género, sino que establece criterios biológicos claros para la competición. La organización respetará la privacidad de las deportistas y no exigirá cirugías ni tratamientos médicos.
La medida cuenta con apoyo de varias federaciones, pero también enfrenta críticas de grupos que defienden los derechos de personas trans e intersexuales. Mientras algunos la ven como un paso necesario para preservar la integridad del deporte femenino, otros la consideran una política excluyente que podría marginar a atletas con condiciones biológicas diversas.
Tokio 2025 será el primer gran evento donde se aplicará esta norma. El atletismo internacional se prepara para una nueva etapa en la que la biología será el criterio definitivo para definir quién puede competir como mujer. El debate continúa abierto.