por Sujail Pérez
25/07/2025 13:00 / Uniradio Informa Sonora / Sociedad / Actualizado al 24/07/2025
CIUDAD DE MÉXICO.- El K-pop ha conquistado al mundo con su mezcla de talento, estética impecable y fandoms apasionados que no escatiman esfuerzos por apoyar a sus ídolos. Sin embargo, entre los millones de seguidores existen algunos que cruzan peligrosamente la línea entre admiración y obsesión. A estos se les conoce como sasaengs: fanáticos extremos dispuestos a cualquier cosa por acercarse a sus artistas favoritos, incluso si eso significa violar su privacidad, ponerlos en peligro o protagonizar actos ilegales.
El término "Sasaeng" viene de las palabras coreanas sa (사 ;私) que significa "privado" y saeng (생 ;生) que significa "vida", en referencia a la intrusión de los fans en la vida privada de las celebridades.
Desde casos históricos que dejaron huella —como el intento de envenenamiento a Yunho de TVXQ o el acoso con contenido perturbador a Taeyang de Big Bang— hasta recientes incidentes en México que involucran a jóvenes fanáticas perdiendo el control. El fenómeno sasaeng ha escalado de forma alarmante. Aunque muchas agencias coreanas tienen conocimiento de estas situaciones, pocas veces actúan de manera efectiva, dejando a los artistas vulnerables ante acosos constantes, algunos de ellos con consecuencias físicas, mentales y legales.
Seguirlos a todos los puntos de sus giras, entrar a zonas exclusivas para artistas, contratar taxis para que sigan sus vehículos, esperar por horas a fuera de sus viviendas, vender o comprar la información de sus vuelos, llamar a todas horas a sus números personales, son solo la punta del iceberg.
Historias como entrar a los departamentos, robar sus pertenencias como ropa interior, colocar cámaras y micrófonos ocultos, permanecer escondidas en los armarios, fotografiarlos mientras duermen e incluso besarlos, no se comparan con el incidente de Yunho del grupo TVXQ, quién fue envenenado por una Sasaeng que mezcló jugo de naranja con súper pegamento. A pesar de que la responsable fue detenida, Yunho aseguró que el trauma es tan grande que no puede beber jugo de naranja.
Taeyang de Big Bang, recibió una carta escrita con sangre de menstruación y vello púbico, Yoo Eun Hye de Baby VOX, casi pierde la visión luego de que un acosador le lanzara vinagre en el rostro, la sasaeng japonesa del líder de EXO, asistió a uno de los conciertos con un cartel que decía "Suho, Viólame".
Lisa de Black Pink se sintió insegura en su vivienda al descubrir como una sasaeng la seguía no solo en su residencia en Seúl, también en su casa de Los Ángeles. La "fan" solía ir en la noche y era captada por las cámaras de seguridad.
Heesung de ENHYPEN es uno de los casos más recientes, pues una sasaeng comenzó a interceptar la correspondencia del cantante para poder obtener su dirección privada. Su agencia, Belift Lab, no emitió ningún comunicado.
Jackson Wang, integrante de GOT7, fue acosado durante una entrevista en vivo. El evento transcurría con normalidad cuando el entrevistador le comentó que le tenían una sorpresa, dejando pasar a una "fan". A pesar de que Jackson Wang es conocido por su personalidad relajada y caballerosa con sus fans, en esta ocasión, se puso detrás de la silla en cuando vio a la sasaeng, luciendo incómodo y asustado durante el resto de la entrevista.
Si bien el terminó se refería a las fans coreanas que seguían a los artistas hasta sus casas, con la expansión del kpop comenzaron a surgir Sasaengs Mexicanas, quiénes no solo los esperaban en el aeropuerto para "recibirlos", sino que los seguían a todos los lugares que los artistas visitaban como parte de su estadía en la Ciudad de México, escalando a otros comportamientos obsesivos.
Natalia Saracho se volvió viral en redes sociales luego de presumir su foto con DK, miembro de SEVENTEEN, cuando el grupo se presentó en Tecate Pal Norte. Al inició, la joven intentó justificarse diciendo que su boleto VIP de 26 mil pesos incluía acceso al backstage, benefició que no se ofrece en ningún concierto ni bolantera, luego comentó que los organizadores del evento están mal organizados y la llevaron a backstage por qué pensaron que era parte del staff. Sin embargo, se filtraron sus historias de instagram, donde Natalia explicaba y presumía que fingió ser fotógrafa y staff de The Chainsmokers para colarse a backstage y buscar a la agrupación coreana, incluso mencionó que pidió prestada una playera negra para que su mentira fuera más creíble.
Marifer Morena, creadora de contenido, se volvió viral al acechar la tienda de los padres de Jay B, líder del grupo GOT7, y asegurar a sus seguidores que tenían una relación. Toda la situación comenzó el 31 de marzo del 2021, cuando Jay B actualizó su cuenta de instagram mencionando que había soñado con un teléfono Motorola y Marifer hizo en vivo para decir que creía haber perdido su teléfono que era, precisamente, un Motorola. Con esto, comenzó a decir que tenían una conexión romántica espiritual.
En noviembre del 2022, Marifer asistió al concierto de Jay B en la Ciudad de México y al terminar "se dio cuenta que necesitaba ir a Corea de una manera u otra". Y en febrero del 2023 lo hizo, asistiendo cada semana al café Yogurbara, negocio de los padres del cantante, en una de esas visitas conoció al idol obsesionándose aún más.
En sus redes sociales, compartió que Jay B la mirada todo el tiempo, que sus padres le dieron un abrazo y que su madre le confesó que quería nietos lo antes posible. Comenzó a inventarse toda una historia de que eran esposos, siendo clasista con quienes la señalaban como acosadora, pues había tenido el mismo comportamiento con Jungkook de BTS y Mingi de ATEEZ.
Aghases, las fans del grupo, le hicieron llegar su preocupación a Yogurbara y MAUVE COMPANY, quienes colocaron a la Sasaeng en lista negra restringiendo su entrada al café y actividades del líder de GOT7 de forma permanente.
Este tipo de conductas, lejos de ser un gesto de "amor incondicional", representan una amenaza real. Si bien las redes sociales han ayudado a visibilizar estos casos, también han servido como plataforma para que se normalicen, se viralicen o incluso se glorifiquen. Es necesario abrir el debate sobre los límites del fanatismo y exigir a las agencias —y a los propios fans— un entorno más seguro, humano y respetuoso para quienes hacen posible esta industria global.
