
por Primavera Fraijo
24/09/2025 16:45 / Uniradio Informa Sonora / Columnas / Actualizado al 24/09/2025
Por Primavera Fraijo
Soy una persona convencida de que la terapia debería formar parte de la canasta básica. Algo indispensable para sobrevivir.
En mi caso, recibo tratamiento psiquiátrico y psicológico, y aun así, mis momentos favoritos siguen siendo esos en los que me siento a autoanalizarme con una de mis mejores amigas.
Nos conocimos siendo niñas, y desde entonces nos sobraba soberbia para sentirnos más listas que el resto del mundo.
Observamos la vida desde un ángulo distinto. Entre nosotras hemos desenredado varios nudos mentales a lo largo del tiempo. Y aunque el destino nos ha puesto frente a pérdidas y duelos, seguimos regresando al mismo ritual: sentarnos, con lluvia de fondo y un par de tragos como testigos, a diseccionar nuestras decisiones.
Hace unas noches, hablábamos de los caminos que tomamos y de aquellos que dejamos pasar. Y, como siempre que me sumerjo en estos ejercicios de introspección, recordé una de mis películas favoritas, "El efecto mariposa".
Esa idea de que un movimiento mínimo, una determinación aparentemente insignificante, puede transformar por completo el rumbo total.
Tal vez por eso, este libro me resultó inevitable: "La biblioteca de la medianoche", de Matt Haig. Una novela que se atreve a mirar de frente a la desesperanza y, aun así, encontrar una rendija por donde se cuela la existencia.
Su protagonista, Nora Seed, carga con la certeza de haber fallado en todo. En sus sueños, en sus relaciones, incluso en su propia existencia. Harta, decide que no puede más.
Pero en lugar del vacío, despierta en un lugar extraño, una biblioteca infinita, donde cada libro contiene una vida que pudo haber tenido si hubiera elegido distinto. Abrir un volumen es probar otro destino.
El viaje que sigue es tan fantástico como íntimo. Nora se encuentra con las versiones de sí misma que pudo ser. Una estrella de rock, una nadadora olímpica, una mujer felizmente casada... Y en cada una, descubre no solo lo que gana, sino lo que pierde.
En ese juego de posibilidades, lo que resuena no es el truco narrativo, sino la pregunta que todos nos hacemos en silencio: ¿qué hacemos con el arrepentimiento?
Todos cargamos con los "y si..." que nos acechan en la madrugada. Y este libro convierte esa inquietud en una fábula luminosa sobre el valor de estar vivos, incluso en la existencia más gris.
"La biblioteca de la medianoche" no pretende ser un manual de autoayuda, aunque muchos lo lean así. Es más bien un espejo que incomoda y consuela a la vez.
Con un lenguaje sencillo y sin adornos, Matt Haig nos recuerda que no existe la vida perfecta, pero sí una en la que podemos estar presentes, con sus luces y sus sombras.
Porque al final... no se trata de coleccionar versiones perfectas de nosotros mismos, sino de sostener con dignidad la única que tenemos entre las manos.
Y mientras la tengamos, todavía hay páginas por escribir.
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