José Manuel Becerril Saíd (José Saíd), expareja de la influencer Marianne Gonzaga y padre de su hija, señala que Marianne habría agredido físicamente a su pequeña hija, Emma, de 1 año.
Según Becerril, no se trata sólo de negligencia o desacuerdos por la custodia, sino de un supuesto patrón de violencia.
Declaró ser "testigo de cómo llegó a pegarle a Emma" y aseguró que la influencer utilizaba a la bebé como una "moneda de cambio" o un "accesorio".
"Para ella Emma es como un 'yo gané, de aquí voy a exprimirla y sacarle lo más que pueda'", afirmó Becerril.
La polémica surge en el contexto de una disputa legal por la custodia de Emma: tras la liberación de Marianne, un juez devolvió la guardia al padre.
En una entrevista realizada a través de Imagen Televisión, José Saíd y su padre, quien es abogado, detallaron que durante el tiempo que la niña estuvo bajo su cuidado, se hicieron cargo de sus necesidades básicas: alimentación, salud, vacunas, ropa.
Aseguran que tras la liberación de Marianne ella la trasladó a otro estado y desde entonces se ha negado a entregarla formalmente, a pesar de la orden judicial.
Además, subrayaron que su intención no es separar definitivamente a la bebé de su madre, sino garantizar su bienestar físico y emocional.
El caso de Marianne Gonzaga ha sido ampliamente mediático durante 2025. Anteriormente, ella fue detenida luego de agredir con un arma blanca a la pareja de José Saíd, la modelo Valentina Gilabert, lo que derivó en un proceso penal y una condena por lesiones graves.
Durante su internamiento, Emma quedó bajo el cuidado del padre. A su salida del reclusorio, Marianne ha buscado restablecer la relación con su hija, pero sus intentos han sido limitados por orden judicial y por la oposición de José Saíd.
La influencer ha respondido a las acusaciones denunciando lo que ella califica como "violencia vicaria" por parte de su ex pareja, y advirtiendo sobre supuestos riesgos que Emma podría correr bajo su custodia.
Entre sus señalamientos figura el uso de armas de fuego y presunto consumo de drogas por parte de José Saíd.
La influencer también ha asegurado que, desde su embarazo, vivió episodios de violencia vicaria por parte del padre de la niña, y ha cuestionado su idoneidad como custodio, aludiendo a aparentes problemas de adicciones y posesión de armas.
