16/06/2025 14:42 / Uniradio Informa Sonora / Columnas / Actualizado al 16/06/2025
Por Germán Lohr Granich
Bastante ruido ha generado el reciente repunte inflacionario que ya quebró la línea de flotación del Banco de México al cierre de mayo del presente año con el 4.4% por encima del 3% proyectado como meta-objetivo.
Con la pandemia hagamos memoria llegamos a un 8.7% de inflación en agosto del 2022 lo que obligó al Banxico a subir su tasa de interés del 4 al 11.5% durante el periodo.
Obviamente se lograron en los 3 años siguientes buenos resultados al ubicar la inflación en 3.6%, empero, como diría Borges la inflación es como la luna indescifrable y cotidiana.
Aun con la baja de tasas al 8.5% de nueva cuenta la inflación retoma su alza en mayo y va resultar difícil mantenerla a raya en el siguiente semestre del año de tal manera que pone en un predicamento al Banxico de continuar su recorte.
Varias razones internas y externas juegan en contra entre otras destaco los ajustes recurrentes del IEPS que impactan gasolinas, alcohol, tabaco, refrescos etc.
Sin olvidar por supuesto los ajustes bárbaros en predial, traslación de dominio, permisos, tarifas, placas etc. por encima de la inflación en estados y municipios y para acabarla de amolar los alimentos y medicinas lo que pone la cosa color de hormiga sobre todo con la sequía.
Entre las presiones externas habrá que sumarle los aranceles que nos impactan en acero, aluminio, no se diga en cuanto al suministro en cadenas productivas que nos tienen maniatados.
Este tipo de presiones en un contexto de desaceleración económica y escasa generación de empleo formal no pinta nada bien lamentablemente para proyectos gubernamentales como el plan México.
En este sentido, ya va siendo hora que aterrice dicho plan saliendo del power point a los hechos dada su amplitud y poco detalle.
Llevamos décadas con la cantaleta de desarrollar proveeduría local para detonar cadenas de valor en sectores estratégicos, pero de allí no hemos pasado.
Sigue la manufactura, la industria automotriz, la aeroespacial, la electrónica en lista de espera con el poco avance a la fecha sin programas específicos que la detonen.
Pero bueno, sin un presupuesto federal que apoye la inversión productiva en agua, energía y capital humano y sin atractivas exenciones fiscales los objetivos del plan quedarán en agua de borrajas.
Lo anterior ni dudarlo nos limita sobremanera para jalar inversión de fuera y de paso poder ser más competitivos ya que nomas querer ser la octava economía del mundo en el 2030 resulta más que un sueño.
No por nada el banco mundial ha pronosticado recientemente que seguiremos estancados con el menor crecimiento de la América Latina y de paso hasta en el plano global.
Mientras llega la revisión del T-MEC continuará la incertidumbre afectando la confianza de los inversionistas y nuestras exportaciones y si seguimos con la clase de reformas que llevamos peor tantito.
En pocas palabras ni está el horno para bollos ni la novia para tafetanes creo que le urge a la presidente de México hacer ajustes en su gabinete a la brevedad posible.
HE DIXI.
