El nuevo producto de Abelino
Por @chefjuanangel
-Chayito, ¿viste las calabacitas de la Marisela?
-¡Qué ingrata la mujer!
-¡Cómo se le ocurrió cocinar tal desgracia!
-¡Ay, comadre, yo también ando preocupada! Cosmito llegó con un paquete de que Abelino y se hizo unas quesadillas, parecían que tenían hepatitis.
-Me preocupa mucho esa nueva modita que trajo Abelino.
Dos semanas antes...
¡Ana Bertha!, hazme un campito en el refrigerador.
-¡Aaaaah, qué hombre tan necio! Refunfuñó la susodicha, ¡no cabe nada, Abelino!, ya te dije.
-Pues corta el queso a la mitad y encímalo para hacer espacio enseguida- dijo Abelino emocionado por la novedad que estaba a punto de introducir a su abarrotes en la Capital del Mundo, y aunque Ana Bertha no estaba del todo convencida, tuvo que hacer un espacio en el refrigerador.
-Acomoda los paquetitos paraditos para que llamen la atención- ordenó Abelino mientras la dirigía moviendo el dedo índice de un lado para otro.
La primera en llegar a la tienda y ver el novedoso producto fue la Chalía.
- ¿Y esto para qué se usa?, a ver Berthita, explícame.
Ana Bertha volteó los ojos y dijo con desprecio:
-Pues Abelino dice que va con todo, que hasta con frijoles es bueno.
La Chalía abrió el refrigerador, tomó un paquete y lo llevó a su nariz.
- Pues no huele a nada, vamos a llevar uno- dijo intrigada.
-¿Supiste que la Chalía está usando la cosa esa rara que trajo Abelino?
-A poco, gachita.
-Pues ha de estar bueno, vamos a que nos fíen uno para probarlo.
Chalía era una institución en la gastronomía local, así que cuando Ana Bertha esparció el mitote de que había sido la primera en comprarlo, todas corrieron en pos de él; en un par de días, el queso fresco descansaba solito, su nuevo compañero se había vendido por completo.
-Que ni te extrañe, tú pónselo Margarita, antes de apagar las calabacitas se lo echas encima y las tapas...-
-Al huevito revuelto le queda muy bien.
-Mi comadre Lucía me dijo que lo pusiera encima de las papas recién freídas.
Una nueva moda se había convertido en la protagonista de casi todos los platillos, pero lo que nadie esperaba un día sucedió.
-Buenos días, Chalía, aquí te escondí dos paquetitos y otros dos para mí.
Ana Bertha había desocupado por completo el primer entrepaño del refrigerador para dedicarlo a exhibir el queso amarillo para sándwiches.
-Ahora me están pidiendo que les venda más frijoles para fiestas- dijo sorprendida a Chalía.
-Te dije, Ana Bertha, combinado con el queso fresco quedan muy sabrosos.
Los frijoles de Ana Bertha son una receta de mucha fama en la Capital del Mundo; el queso amarillo que Abelino mandaba traer de los Estados Unidos vino a modificar una receta familiar que gusta a propios y extraños; pero, para que sean catalogados como frijoles mexicanos les falta bastante tiempo, cabe recordar que uno de los requisitos que debe cumplir un plato para ser catalogado como mexicano es rebasar 150 años en el gusto por él, según la investigadora Guadalupe Pérez San Vicente.
Chef Juan Ángel Vásquez - Licenciado en Periodismo y chef profesional, creador de contenidos gastronómicos para plataformas digitales y embajador de marcas de alimentos.