
por Primavera Fraijo
09/07/2025 19:38 / Uniradio Informa Sonora / Columnas / Actualizado al 09/07/2025
Por Primavera Fraijo
He trabajado en noticias durante quince años. Y debo admitir, sin orgullo alguno, que eso me ha robado el asombro.
He visto cosas horribles. He contado muertes con frialdad. He editado testimonios devastadores mientras pensaba en la hora del café. Me volví experta en tragar el llanto a cambio de cerrar el noticiero a tiempo. Una se hace dura. O eso creía.
Pero hace unos días, me rompí. Vi esa imagen... esa imagen.
Tres niñas. Hermanitas. Abrazadas.
Asesinadas.
En Hermosillo.
En mi ciudad.
Fue como si la fotografía hubiera atravesado mi pantalla, mi cuerpo, mi memoria... hasta llegar al centro exacto del miedo. Y ahí se quedó. Instalada.
En casa también somos tres hermanas.
Nos hemos abrazado tantas veces. Por consuelo, por juego, por alegría, por rutina.
Pero jamás, ¡jamás!, imaginé ese abrazo.
Ese que no tiene retorno. Ese que no debería existir.
He sobrepensado mucho desde entonces. Como mujer. Como comunicóloga. Como hermana. Me he preguntado cómo seguimos respirando en este país donde ser mujer es vivir con la certeza de que nos pueden matar en cualquier momento... y donde, a veces, ni eso indigna lo suficiente.
Porque sí, este país feminicida nos enseñó a vivir con miedo.
Y también con rabia.
Yo me aferro a las palabras. Me escondo en los libros como quien se esconde en un cuarto oscuro para llorar sin que la vean. Pero hay lecturas que no sirven para evadir. Sirven para enfrentar.
Como "Ni Una Más", de Frida Guerrera. Publicado en 2018, pero con tantísima vigencia.
No es un libro para entretener. Es un grito impreso. Un expediente doloroso.
Un abrazo colectivo para quienes han perdido a sus hijas, a sus hermanas, a sus amigas, a sus compañeras... Un recordatorio brutal de que la indiferencia también mata.
Frida Guerrera ha hecho lo que muchos no quieren: ¡mirar de frente! Nombrar a las víctimas. Escuchar a las madres buscadoras. Recoger los pedazos de un México roto.
Y escribirlo. Sin adornos. Sin eufemismos. Sin miedo.
"Ni Una Más" no endulza la realidad; la exhibe. Y en esa exposición, nos confronta. Nos exige dejar de callar, dejar de minimizar, dejar de fingir que "no es para tanto".
Porque sí es para tanto. ¡Porque ya fue demasiado!
Recomiendo este libro con el corazón encogido, pero con la convicción de que necesitamos leerlo. Juntas. En voz alta. Enojadas, si hace falta. Llorando, si es necesario.
Que no se quede en un librero. Que circule. Que incomode.
Porque la memoria es una forma de justicia. Y las palabras, cuando son valientes, también pueden ser trinchera.
"Ni Una Más" es eso: una trinchera. Una ofrenda. Un puño en alto. Y un eco poderoso que grita lo que muchas llevamos tiempo diciendo desde el dolor:
Mientras no nos maten a todas, seguiremos gritando.
Y abrazándonos.
Pero vivas.
Siempre vivas.
A mí me encuentras en redes sociales como: @PrimaveraFraijo